Bacterias con superpoderes para iluminar nuestras ciudades
El 90% de los organismos marinos son bioluminiscentes. Es decir, son capaces de producir luz de forma natural gracias a una reacción química genética. Colgar una medusa del techo del salón, sin embargo, no parece una idea muy razonable. Incluso aceptando que alguien pudiera interpretar la presencia de este celentéreo como dudoso elemento decorativo, sería inútil porque las medusas fuera de su medio natural no brillan. Son un simple colgajo gelatinoso. La buena noticia, por si a algún genio de la decoración de interiores se le ocurre copiar la idea, es que pasado el tiempo suficiente fuera del agua tampoco son venenosas.
Fuente: El País, 11/05/2016 * Sandra Rey
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