El sector del seguro ante la movilidad del futuro
Las nuevas tecnologías aplicadas a la movilidad que llegan de la mano de la industria automotriz van a revolucionar también, en lógica consecuencia, sectores como el asegurador, que ha dado ya algunos pasos interesantes, implementando en su modelo de negocio algunas claves conceptuales de Internet de las Cosas.
En 2014 ya se lanzaron, por ejemplo, productos concretos para conductores prudentes, con la condición de que el usuario suministre información sobre sus hábitos de movilidad vía GPS, una fórmula que está redundando en un mayor conocimiento del cliente y sus necesidades, y que está en la línea conceptual del “vehículo conectado”, en cuyo desarrollo trabaja la industria automovilística.
El carsharing es otra tendencia que ha llevado a las compañías de seguros ante el reto de identificar innovadoras opciones de contratación vinculadas a este nuevo servicio. Sistemas como el Pay-As-You-Drive, según el cual el usuario paga en función al uso que le dé a su vehículo, o bien el Pay-How-You-Drive, en el que la póliza fluctúa dependiendo de la forma de conducir de su titular, serán alternativas para adaptarse al nuevo consumidor de movilidad.
Sin olvidar el escenario vinculado a la responsabilidad que se genera en torno al vehículo autónomo, en el que entran en juego fabricantes del software, mapas, compañías de telecomunicaciones…, fragmentándose el riesgo.